Desde su creación en el año 2000, nuestro Programa de Posgrado ha asumido la formación de administradores de diversas organizaciones públicas y privadas, imprimiéndoles un sello propio, distintivo, con una sólida formación académica, profesional, de fuertes valores morales y éticos y con un formidable compromiso social.

Esta visionaria formación, impulsada por la calidad académica y la puesta en práctica de experiencias gerenciales reales, han reforzado el desarrollo de las habilidades y destrezas de los y las estudiantes, permitiéndoles conectar sus competencias en aspectos como el autoconocimiento, el desarrollo personal, las comunicaciones y el trabajo en equipo, con las vivencias de la realidad actual, donde un mundo globalizado nos impone la actualización constante del conocimiento, para alcanzar con capacidad las metas más elevadas. 

Se crea entonces en el Programa de Posgrado un clima de percepción y expresión de aspectos novedosos de la realidad, de una nueva sociedad, de una nueva empresa, como resultado de la visión integradora de la relación empresa – mercado - entorno. Los procesos de investigación llevados a cabo en cada uno de los cursos del Programa fomentan una actitud de cuestionamiento, de preguntarse el porqué de las cosas, y de las nuevas y creativas formas de transformarlas en una ventaja competitiva, tanto personal como empresarial.

Enfatiza entonces una actitud de superación, de reto constante, donde se analizan las relaciones de causa y efecto y, se plantean soluciones eficaces a la problemática actual. Por otra parte, nos vemos en la tarea de combatir las debilidades, lo cual tiene que ver con la personalidad, capacidad, competencia y también con los esquemas de valores que puedan dar sentido a nuestros propios y más ambiciosos proyectos de vida.

En esta armadura lógica se pretende llenar en lo posible la brecha entre las metas que queremos alcanzar y nuestra situación personal y profesional previa. Pero la verdadera formación no es algo puramente exterior y añadido; es fundamentalmente, algo que da forma, es decir, que hace reales las posibilidades de una persona. Así, podemos construir una sociedad más justa, un mundo más humano, con sentido de pertenencia, donde cuidemos y explotemos con responsabilidad el ambiente natural en beneficio de todos.